MEDITACIÓN :: 05 :: PRANA: el flujo vital y su equilibrio
‘PRANA: el flujo vital y su equilibrio’
Cuando meditamos, entrenamos nuestra atención para enfocarla en el momento presente; para ello, observar y llevar ese foco a nuestro cuerpo es un buen ancla con el «aquí y ahora»; un recurso para poder conectar y sentir cada instante.
En la tradición del yoga se habla de diferentes «capas» en nuestra anatomía: desde la más burda (externa) a la más sutil. Estas capas (doshas) nos van configurando en toda nuestra complejidad. Cuando vamos a conectar con el presente a través del cuerpo, tiene sentido que atendamos a todas estas dimensiones de nuestra anatomía para poder percibir con toda amplitud, de manera que podamos conectar con esta esencia menos tangible pero igualmente importante. De hecho, a medida que nuestra capacidad de observación se vuelve más sutil, estas capas profundas resultan más accesibles, permitiéndonos percibir sensaciones, movimiento de nuestra parte emocional y energética.
La medicina tradicional india (Ayurveda) tiene en cuenta esta dimensión compleja y sutil de nuestra anatomía a la hora de buscar la salud, que para este tipo de práctica está basada en mantener el equilibrio, en la prevención. El equilibrio se manifiesta en las diferentes capas que nos dan forma.
Dentro de esta concepción sutil de nuestro ser, nos encontramos con PRANA, un aspecto esencial a la hora de concebir nuestras diferentes «capas». Prana es nuestro impulso vital, energía o fuente de movimiento, inspiración… Prana conecta con nuestra mente en el foco, la atención, la emoción, el movimiento…. Tiene, a su vez, diferentes flujos o «aires», cada uno de los cuales manifiesta diferentes «tendencias» de cómo prana se activa. En la gestión de nuestro flujo energético o prana, para estar en salud, igualmente, buscamos elequilibrio entre todos estos «aires», direcciones, tendencias o «vayús».
Prana está relacionado con el movimiento, que se activa y se mueve; en este movimiento, un estado equilibrado permite que cada uno de estos «vayús» tenga fluidez y que no haya estancamiento. De esta manera, tenemos prana disponible, un sistema energético donde hay energía disponible, en calma, a nuestra disposición funcional.
Los dos principales vayús son PRANA y APANA.
PRANA: está relacionado con nuestra respiración, la nutrición… Es la parte energética que nos permite recibir y procesar, asimilando lo que nuestro cuerpo y mente requieren. Es la energía que nos impulsa. Lo percibimos más claramente en la zona del pecho y la garganta.
APANA: es la responsable de las acciones de eliminación (excreción, menstruación, sudor…). Estos procesos nos permiten soltar y llevar fuera del cuerpo y la mente/emociones lo que no necesitamos. Está más activo en la zona del abdomen y pelvis.
En el día a día, cuando nos familiarizamos con estas dos corrientes de energía, llegamos a percibir el desequilibrio entre estos dos flujos energéticos. Hay ritmos de vida, hábitos, profesiones, tareas… que desequilibran el balance entre prana y apana. Cuando decimos «necesito un rato para mí», «necesito conectar conmigo, con mis necesidades, mis deseos»… o cuando necesitas presencia o movimiento para poder tener PRANA disponible.
La meditación nos va a conectar con nuestra disponibilidad de PRANA en dos momentos:
- En la preparación para meditar vamos a equilibrar nuestra respiración, con prácticas de gestión de nuestra respiración, que es la principal actividad que mueve y genera prana.
- En sentido inverso, cuando centramos nuestra atención y salimos del bucle mental donde hay excesivo «ruido» mental que nos proyecta hacia el futuro y el pasado, meditar va a centrar este flujo de energía y la práctica de la meditación va a contribuir a equilibrar prana.
Audio de la INTRODUCCIÓN:
Audio de la PRÁCTICA: equilibrio PRANA y APANA
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